Mis gafas son nuevas. Son moradas, con
el filo negro y unos cristales pequeños. Tienen una funda gris en la que las
guardo y un pañuelo morado con las que las limpio. Mis amigas dicen que estoy
muy guapa con ellas y que parezco más lista. Yo creo que no, que soy la misma.
Ya no las uso tanto como antes: las usaba para ver la tele, jugar con el aipad,
leer, etc. Tuve que llevarlas a la óptica porque al principio tenía dolores de cabeza.
Acabé yendo al oftalmólogo que me dijo que necesitaba unas gafas nuevas. Después fui a
la óptica con mi madre y allí elegí las gafas que mejor me quedaban. He tenido
mucha suerte de haber podido tener unas gafas nuevas.
Inés P.G.,
5º A, 10 años