Un
día de trabajo como cualquier otro, se presenta Fuensanta
(presidente de la comunidad de vecinos” El Gorriaga”) en mi taller de trabajo . Fuensanta es un hombre muy
“tiquismiquis”, y yo tiemblo cada vez que me pide que realice algún trabajo,
hoy quiere que le cambie las bombillas de las farolas de la comunidad.
Resulta
que las bombillas están a quince metros de altura, y yo no tengo escalera tan
alta. Tuve que alquilar una plataforma elevadora, y aunque tuviera la escalera sería
muy peligroso . Estando todo el material en la comunidad, el presidente quería subirse conmigo:
-Javier,
sube la plataforma.
-Fuensanta,
agárrese fuerte.
-Javier,
bájame, que esto está muy alto.
-Fuensanta,
si está la bombilla al lado, cójala.
-No,
que me da miedo.
-Pues
mire el número de la referencia.
-Ocho,
nueve, seis, cinco, nueve. . .
-Pero
no tengo dónde apuntarlos.
-Pues
tome un papel (y lo tira desde arriba).
-Ocho,
nueve, seis, cinco, nueve. . .
-Espere,
que todavía no ha llegado el papel.
-Es
que tengo un miedo terrible, me tiemblan las patillas.
Javier G.F.,
6ºB, 11 años