¡Oh, mi yo! ¡Oh, vida!
¿Qué de bueno hay en medio de las cosas?
¡Oh, mi yo! ¡Oh, vida!

Respuesta:

Que estoy aquí, que existe la vida y la identidad,
que prosigue el poderoso drama, y que
puedo contribuir con un verso.


Walt Witman.




jueves, 7 de noviembre de 2013

UN DÍA DE TRABAJO






Un día de trabajo como cualquier otro, se presenta Fuensanta (presidente de la comunidad de vecinos” El Gorriaga”) en mi taller de trabajo . Fuensanta es un hombre muy “tiquismiquis”, y yo tiemblo cada vez que me pide que realice algún trabajo, hoy quiere que le cambie las bombillas de las farolas de la comunidad.

Resulta que las bombillas están a quince metros de altura, y yo no tengo escalera tan alta. Tuve que alquilar una plataforma elevadora, y aunque tuviera la escalera sería muy peligroso . Estando todo el material en la comunidad, el presidente quería subirse conmigo:

-Javier, sube la plataforma.
-Fuensanta, agárrese fuerte.
-Javier, bájame, que esto está muy alto.
-Fuensanta, si está la bombilla al lado, cójala.
-No, que me da miedo.
-Pues mire el número de la referencia.
-Ocho, nueve, seis, cinco, nueve. . .
-Pero no tengo dónde apuntarlos.
-Pues tome un papel (y lo tira desde arriba).
-Ocho, nueve, seis, cinco, nueve. . .
-Espere, que todavía no ha llegado el papel. 
-Es que tengo un miedo terrible, me tiemblan las patillas.


Javier G.F.,
6ºB, 11 años