¡Oh, mi yo! ¡Oh, vida!
¿Qué de bueno hay en medio de las cosas?
¡Oh, mi yo! ¡Oh, vida!

Respuesta:

Que estoy aquí, que existe la vida y la identidad,
que prosigue el poderoso drama, y que
puedo contribuir con un verso.


Walt Witman.




viernes, 20 de diciembre de 2013

EL JARDINERO





      Le pasó a mi padre cuando mi hermana era pequeña. Un día mi padre llevó a mi hermana a un pediatra amigo de mi madre, pero mi padre no lo conocía.

     El médico, de edad avanzada, le preguntó a mi padre en qué trabaja, a lo que mi padre respondió que era un vigilante "de los que dejan dinero en los bancos". Cinco años más tarde coincidió mi padre con el médico en un centro comercial.

-¡Caramba, cuánto tiempo, me alegro de volver a verle!

-¡Hombre, yo también me alegro...! Por cierto, me he acordado de usted muchas veces, porque tengo un seto alrededor de mi casa que quisiera recortar.

-Pues,... no sé... a ver si encuentro a alguien que me preste un corta setos.  ¿Tiene usted escalera?

-No, no tengo ninguna. - contestó el médico.

-A ver si yo pudiera hacerme de alguna.

El médico, un tanto exclamado, preguntó:

-¿Pero acaso no es usted jardinero?

-No, lo mío es "dejar dinero" en los bancos.

-¡Ah, caramba!, entonces nada.

Ana R.H.,
6ºB, 11 años