¡Oh, mi yo! ¡Oh, vida!
¿Qué de bueno hay en medio de las cosas?
¡Oh, mi yo! ¡Oh, vida!

Respuesta:

Que estoy aquí, que existe la vida y la identidad,
que prosigue el poderoso drama, y que
puedo contribuir con un verso.


Walt Witman.




sábado, 15 de febrero de 2014

LA CASA ENCANTADA






Hoy, estamos en la clase de la seño María Soled, de repente alguien se tira un pedo. Todos nos damos un susto de muerte; una vez recuperados, todos nos pusimos a hablar de la casa "encantada" de la calle 54 de Marquetín.

Jessica, Jorjito y Betto decidieron que irían a la casa "encantada". Durante el murmullo le preguntaron a Jibaraque si les acompañaba, ella dijo que sí, pero, cuando Conan se enteró les gritó:

-¡Pero,vosotros, estáis locos o qué!

Jessica,Jorjito y Betto le convencieron para que les acompañara. Conan no sabía el misterio que escondía la casa "encantada". A la noche siguiente fueron a la calle de Marquetín, Jessica iba contando los números de las casas:

-1,2,3...¡54!¡Ya hemos llegado!

La entrada de la casa era espeluznante, con gárgolas y una verja con pinchos, pero estaba cerrada, no podían entrar.
Betto encontró un hueco en el suelo por donde podían colarse todos. Cuando entraron fueron a la puerta, encendieron las luces y entraron a investigar; en el primer pasillo decidieron que deberían separarse.
Betto iría con Jorjito y Jibara; Conan, con Jessica. Betto decidió que ellos irían por el Norte; Conan y Jessica por el Sur.
Conan y Jessica entraron en la casa amplia y espaciosa, llena de muebles antiguos, con un candelabro lleno de polvo. De repente, oyeron a todos los demás gritar; corrieron hacia allí, pero no estaban, habían desaparecido.
Cuando Conan fue a darse la vuelta para decirle a Jessica que tuviera cuidado ella ya no estaba. Justo en ese momento se oyó el grito de Jessica. Conan fue a la sala de la que provenía el sonido, pero su amiga no estaba. Había una puerta que accedía al jardín y cuando Conan la abrió puerta...le pegaron una cuchillada-con un cuchillo de broma-; cuando, por fin, se decidió a atravesarla...
¡Sorpresa!-gritaron todos sus familiares y amigos-.
Era una fiesta sorpresa para Conan y no fue nada difícil porque el siempre se olvida de su cumpleaños.

Alejandra Q. O,
12 años, 6ºB